lunes, 27 de mayo de 2013

Ana Carolina y las asechanzas al sistema acusatorio

Por Marco Lara Klahr
No veo sentido en cuestionar lo dicho mediáticamente sobre Ana Carolina, de 17 años, procesada en la ciudad de Chihuahua por el asesinato de sus padres a principios de mayo. La nota roja es lo que es, y los periodistas formados en ella difícilmente seremos capaces de trascendernos; parece casi imposible que nos sacudamos de la naturaleza de «periodistas inquisitivos», instrumentalizados por el sistema de justicia penal inquisitivo.
Solo digo que aludir a ella como «la psicópata adolescente»; enfatizar en su condición de hija adoptiva, su baja estatura y otros rasgos físicos, o su estatus socioeconómico, o diagnosticarla con base en eso y hasta en su «frialdad», es criminalizarla y discriminarla, aparte de que todo esto inutiliza al periodismo como recurso social para que los ciudadanos comprendan los asuntos públicos. El periodismo se hace haraquiri.

¿Tiene futuro el periodismo?

Por Marco Lara Klahr
SAN SALVADOR. — ¿Qué llevó al diario digital salvadoreño elfaro.neta incluir en el Foro Centroamericano de Periodismo 2013 —donde celebró sus 15 años de vida— la mesa «El futuro del periodismo»? Que el periodismo profesional, como lo hemos conocido, continúa en proceso de dilución, de modo que se deslavó hasta el antiguo mantra de que los periodistas sobreviviremos mientras sigamos «contando historias».

He documentado tal proceso en libros como Diarismo. Cultura e industrial del periodismo impreso en México y el mundo [Editorial e, 2005], aparte de que he intentado debatir acerca de él en charlas y talleres, encontrando suspicacia, incredulidad, burla, enojo o miedo: en la era posindustrial, los periodistas, igual que las empresas de noticia, nos hemos revelado como seres de mentalidad dinosáurica. 

miércoles, 15 de mayo de 2013

El «show» no tenía por qué continuar


     Por Marco Lara Klahr

El asesinato de los jóvenes Alfredo David y Diego Alejandro Páramo González -20 y 21 años- [Chihuahua, mayo 4, 2013] ha ido diluyéndose entre la polarización social dentro del espacio público digital; la habilidad del gobernador chihuahuense, César Duarte, en el «manejo de crisis» comunicacionales, y la mezquindad predominante en la industria de las noticias. Al final, otra vez, no se vislumbra Justicia ni parece haber aprendizaje social.
Nadie debe morir asesinado. En México, el orden constitucional no prevé la pena de muerte. Así, es falaz sostener que los muchachos Páramo González murieron por: a) «andar metidos en algo», o b) la actividad profesional de sus padres, los periodistas David Páramo y Martha González Nicholson. Murieron porque alguien los asesinó y el autor intelectual intuye que sus probabilidades de impunidad son altísimas -del 99%, a juzgar por la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2012 del INEGI.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Último llamado, los jóvenes se nos están yendo de las manos


Por  Blanca Padilla

Hace mucho leí en Opiniones de un payaso, novelita de Heinrich Böll, como este escritor alemán de la posguerra se pregunta, entre otras cuestiones,  por qué no se ha hecho una asociación para proteger a los hijos de los ricos, esos que crecen siempre tan malcriados. Basta recordar a la hija del titular de la Profeco o a la de Enrique Peña Nieto.

Al nobel de literatura le preocupaba la situación de abandono que padecen generalmente estos niños y jóvenes, mientras sus padres se obstinan por acumular dinero o por cumplir con sus relaciones sociales.

martes, 7 de mayo de 2013

Quizá soltó una franca carcajada, o eso ameritaba



Por Marco Lara Klahr

Si nos atenemos a la información aportada por Eduardo Sánchez, subsecretario de Normatividad de Medios -Secretaría de Gobernación- [abril 30, 2013], el principal «delito» del señor Inés Coronel Barreras es el de ser, supuestamente, suegro de Joaquín Guzmán Loera, a quien el gobierno federal atribuye el liderazgo del «cártel de Sinaloa» algo semejante había sucedido ya durante el sexenio anterior, con la aprehensión de un supuesto hijo del propio Guzmán Loera.

En lo tocante a la espectacularización de las detenciones policiales y las consignaciones ministeriales, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha pretendido diferenciarse de manera tajante respecto del de su antecesor; ha preferido la mesura y expresado su intención de estandarizar las políticas de comunicación institucional de acuerdo con los derechos humanos y la legalidad. 

Aunque realizado dos días antes de la visita de Barack Obama a México [mayo 2], tal vez como un efectista obsequio de bienvenida, el anuncio oficial acerca de la detención de Coronel Barreras mantuvo esa mesura formal.

viernes, 3 de mayo de 2013

Carta abierta a Carlos Marín


Por  Jesús Robles Maloof 
México D.F. a 29 de abril de 2013. 

Carlos Marín 
Periodista 

Escuchaba hoy en Milenio Televisión un promocional donde usted habla del derecho de réplica. Llevo tres días buscando una réplica a sus columnas del jueves 25 y viernes 26 de este mes. No lo he logrado. Correos, llamadas, tuits y recados con colaboradores de Grupo Milenio no han logrado su propósito. Su página de Internet no tiene mecanismos de interacción como otros diarios. En la sección de “contacto” uno nunca sabe si se envió o no el mensaje. Hoy paso a dejársela a su oficina mejor. 

No está en mis prioridades detenerme mucho en lo que opinen los periodistas. Pienso que el debate público se enriquece de distintas posturas con las que normalmente puedo coincidir o no. De hecho son valiosas en democracia. Le escribo porque creo en el valor de los diálogos horizontales. 

jueves, 2 de mayo de 2013

Violencia en la protesta, ruptura de vínculos sociales, represión legitimada


Por Blanca Padilla

La protesta social se ha vuelto cada vez más violenta, casos concretos: lo ocurrido en el D.F. durante la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, lo sucedido en Guerrero hace unos días, donde fueron destrozadas las sedes de varios partidos políticos, y los disparos escuchados este primero de mayo durante las marchas en Oaxaca.

Sin embargo, cabe preguntarse, quién está detrás de esta exacerbación de la violencia, quiénes se manifiestan o quiénes desean erradicar la protesta como forma de defensa de los derechos humanos, sociales, políticos o del tipo de que se trate.